Desde que nació la figura del diseñador de sonido a finales de los años 70 de la mano de Walter Murch, el sonido en las obras audiovisuales empezó a tener mayor importancia. No solo se trata de acompañar con efectos sonoros acciones de los personajes, explosiones o tiros, sino que el sonido ayuda a narrar, personificar, generar emociones, crear ambientes, épocas o situaciones que forman parte de la trama de la película como un elemento más del Short Film.